divendres, 23 de maig del 2014

HUMANIDAD DE ORIGEN O HUMANIDAD DE DESTINO

Si admitimos que somos animales tan diferentes que necesitamos contradecir las leyes básicas de la Naturaleza porque somos animales que pueden aceptar o no aceptar, que tenemos una importancia intrínseca más allá de las leyes de la Selección Natural (como muy bien ha reconocido el Tribunal de Estrasburgo en el caso de los pisos de Salt), entonces necesitamos sentido para nuestra existencia (el alimento del que hablábamos en el post anterior)

Más allá de las divisiones tribales, nos reconocemos como una especie distinta. Una especie que se siente diferente de la Naturaleza y que se llama a sí misma Humanidad. Pero una Humanidad es una construcción porque uno por uno somos animales que pueden ser devorados, esclavizados o exterminados como los demás. Y desde mi punto de vista tenemos dos maneras de "ver el mundo" que llamaré Humanidad de Origen y Humanidad de Destino.

La Humanidad de Origen es un primer arreglo. Nos declaramos Humanidad ya de entrada, y buscamos un fundamento, un padre, una partida de nacimiento. Ésta es la opción religiosa que empezó a proyectarse des de la prehistoria y que culminó en los monoteísmos. Es una opción abierta, porque consrtuye el humanismo (es decir, la condición humana) a partir de unos presupuestos fijados desde el principio. El inconveniente es que los supuestos del principio pueden quedar anticuados. Los islamistas progresistats pelean con ello. Y los cristianos, también. Pero lo más significativo es que deja que en su Humanidad pase cualquier cosa, porque independientemente de los preceptos de humanidad (los mandamientos), que pueden seguirse o no seguirse, deja el futuro en simplemente en manos de cosas como una Segunda Venida de Cristo. Paradójicamente, en esta opción que nos parece a priori más cerrada, pueden pasar infinidad de cosas en la realidad. Entre ellas la extinción humana, con Salvación o sin Salvación, que eso no lo "sabe" nadie. Es decir, con la Humanidad de Destino, el futuro no está en manos del ser humano.

Seguiremos pensando en ello.

La Humanidad de Destino es una opción más difícil, más abierta de entrada y más cerrada al final, según creo. Se trata de considerar que "Aún no somos humanos". Que la Humanidad es una cosa que estamos construyendo y que es nuestro punto de llegada (provisional o no). Cuando hayamos construído un mundo  donde la Humanidad sea un único cerebro sensato de la Naturaleza, dond la supervivencia y dignidad de todos y cada uno de los individuos no dependa de los avatares del mercado sino puramente de accidentes físicos. Cuando esta importancia intrínseca de cada persona sea tan obvia que no haya que defenderla en ningún tribunal. Cuando esta importancia intrínseca no sea un simple artículo constitucional o palabra de papa sino que esté al nivel de las leyes de la Naturaleza... Esta Humanidad podrá considerarse constituída y habrá "hecho" su destino. Esta Humanidad se dará cuenta de golpe de que ha superado el Capitalismo (es decir, la Selección Natural con medios humanos) y podrá decir definitivamente que "¡Ya somos humanos!". Todos, porque a la Humanidad no se llega de uno en uno ni de mil en mil.

Seguiremos pensando en ello.




dimarts, 13 de maig del 2014

MI VISIÓN DEL MUNDO

Si en este blog he puesto una pestaña llamada "Visión del mundo" es porque pienso que es importante que un profesor la tenga. Parece una perogrullada pero no estoy seguro de que lo sea.

Por tanto tendré que explicar la mía. De entrada pienso que se han de abrir los ojos con un ángulo y una profundidad de campo muy grandes. Miradas amplias y profundas. Por eso pienso que el evolucionismo es la clave. Creo que, de alguna manera, debería trabajarse desde el parvulario.

Pero ahora no hablo de educación sino del maestro como persona.

Yo, maestro y persona, creo que en la evolución descansa la clave de toda filosofía. Para mí, Darwin no enseñó lo que algunos victorianos dedujeron  y que tenemos mal etiquetado como darwinismo social.

Lo que realmente nos enseña el darwinismo es que la Naturaleza con la Selección Natural (el relojero ciego) creó un monstruo. Y somos nosotros. Eso no es bueno ni malo, sólo es un punto de vista. Y somos un monstruo (lo que aparece y es digno de ver) porque suponemos un paradigma nuevo que niega lo que había antes.

La Selección Natural da por supuesto que los individuos no son importantes por sí mismos. Las plantas alimentan a los herbívoros. Los herbívoros alimentan a los carnívoros. Ningún ser tiene un valor absoluto. Hasta que, en un mal paso (es un decir), la Naturaleza inventa la conciencia.

Damos mucha importancia a la inteligencia, pero lo que más nos define, creo, es la conciencia, la capacidad de pensar en nosotros mismos, de vernos extraños y de preguntarnos por los demás. En eso se basa nuestra magnífica y trágica monstruosidad. Ha surgido el primer animal que no es prescindible, que no nace para morir ni para matar, aunque muera y mate. Y cuando nos descubrimos solos y desnudos en una Naturaleza horrible donde matar y morir es cosa banal, es lógico que nos horroricemos y busquemos consuelo.

Y para explicar lo inexplicable, para encontrar un alimento inexistente que es el sentido, procedemos a inventarlo. Yo creo que el "sentido" es el alimento más específico de los humanos. Al buscarlo inventamos el Bien y el Mal, la Justicia y el Amor. Es un alimento inventado, pero es que todo lo que nos desanimaliza es inventado. Creo sinceramente y sin recato, que el Mal es la Naturaleza. No para destruirla, sinó para aprender a convivir con ella. El Mal es competir por la supervivencia o por prevalecer, cuando lo que necesitamos es Amor. Es esta la disyuntiva que nos vuelve locos y que hemos de solucionar si queremos llegar a ser auténticamente humanos.

Eso me lleva a reivindicar un libro que me parece injustamente olvidado y es "Encara no som humans (Aún no somos humanos)" del profesor Eudald Carbonell. Creo que es el mensaje que necesitamos.

Pero no acaba aquí la cosa.