dimarts, 13 de maig del 2014

MI VISIÓN DEL MUNDO

Si en este blog he puesto una pestaña llamada "Visión del mundo" es porque pienso que es importante que un profesor la tenga. Parece una perogrullada pero no estoy seguro de que lo sea.

Por tanto tendré que explicar la mía. De entrada pienso que se han de abrir los ojos con un ángulo y una profundidad de campo muy grandes. Miradas amplias y profundas. Por eso pienso que el evolucionismo es la clave. Creo que, de alguna manera, debería trabajarse desde el parvulario.

Pero ahora no hablo de educación sino del maestro como persona.

Yo, maestro y persona, creo que en la evolución descansa la clave de toda filosofía. Para mí, Darwin no enseñó lo que algunos victorianos dedujeron  y que tenemos mal etiquetado como darwinismo social.

Lo que realmente nos enseña el darwinismo es que la Naturaleza con la Selección Natural (el relojero ciego) creó un monstruo. Y somos nosotros. Eso no es bueno ni malo, sólo es un punto de vista. Y somos un monstruo (lo que aparece y es digno de ver) porque suponemos un paradigma nuevo que niega lo que había antes.

La Selección Natural da por supuesto que los individuos no son importantes por sí mismos. Las plantas alimentan a los herbívoros. Los herbívoros alimentan a los carnívoros. Ningún ser tiene un valor absoluto. Hasta que, en un mal paso (es un decir), la Naturaleza inventa la conciencia.

Damos mucha importancia a la inteligencia, pero lo que más nos define, creo, es la conciencia, la capacidad de pensar en nosotros mismos, de vernos extraños y de preguntarnos por los demás. En eso se basa nuestra magnífica y trágica monstruosidad. Ha surgido el primer animal que no es prescindible, que no nace para morir ni para matar, aunque muera y mate. Y cuando nos descubrimos solos y desnudos en una Naturaleza horrible donde matar y morir es cosa banal, es lógico que nos horroricemos y busquemos consuelo.

Y para explicar lo inexplicable, para encontrar un alimento inexistente que es el sentido, procedemos a inventarlo. Yo creo que el "sentido" es el alimento más específico de los humanos. Al buscarlo inventamos el Bien y el Mal, la Justicia y el Amor. Es un alimento inventado, pero es que todo lo que nos desanimaliza es inventado. Creo sinceramente y sin recato, que el Mal es la Naturaleza. No para destruirla, sinó para aprender a convivir con ella. El Mal es competir por la supervivencia o por prevalecer, cuando lo que necesitamos es Amor. Es esta la disyuntiva que nos vuelve locos y que hemos de solucionar si queremos llegar a ser auténticamente humanos.

Eso me lleva a reivindicar un libro que me parece injustamente olvidado y es "Encara no som humans (Aún no somos humanos)" del profesor Eudald Carbonell. Creo que es el mensaje que necesitamos.

Pero no acaba aquí la cosa.

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